El sol de Galicia

Se dice que en Galicia llueve mucho. Pues, cuando empezamos nuestro viaje (en coche, que vergüenza!) hacía un sol muy fuerte. Todo parecía todavía mas verde verde que verde por toda la luz. Primero fuimos a un Canyon muy grande muy hondo muy guapo. El segundo día dimos una vuelta por el pantano. Un monitor nos contó todo sobre el clima, las viñas, las castañas y los monjes en el canón do Sil.



Despues fuimos a la costa atlántica. Vimos Pontevedra y dormimos en el pueblo Combarro. Cenamos mucho pescado muy bueno. La verdad es que nunca he visto tanto pescado y tan rico como en Galicia. El día seguiente quisimos ir a las Islas Cies. Pero cuando llegamos a Vigo ya no habían barcos.



En cambio fuimos a una playa superguapa al norte de pontevedra. El cuarto día quisimos ir otra vez a las Islas Cies. Pero cuando llegamos a Vigo estaba lloviendo tanto que decidimos volver otro día en esta vida. No tenemos prisa ni estrés. El sol nos abandonó pero el relax se nos quedó.



En vez de navegar a las Islas al final fuimos a un pueblo cerca de A Coruña a visitar una amiga de Ra. Nos quedamos en la casa de Lina para comer encantados. Por la noche dormimos en un pueblo en la costa cantabrica que se llama Rinlo. Es un pueblo como en un cuento. Casi pensé que estaba en irlanda. Aunque nunca he estado alli, solo me lo imagino asi!

Cowboys o Peregrinos?

Sisi! Como ya se ha visto, antes del viaje a Praga me corté el pelo. Pero mira quién se ha cortado el pelo también y que es mucho mas grave. Cuando llegué a Madrid ví Arnal sin coleta. Que horror! Que dolor!
Había pensado que ver Madrid en una noche era imposible. Pero con el guía turistico que tuve sí que era posible. Sobre todo me ensenyó los bares más importantes. Arnal de verdad me hizo preguntarme ami mismo si yo realmente era aleman?! En cada bar bebía la cerveza en menos que la mitad del tiempo de lo que me hacía falta beberla a mi. En el último bar pidió una doble caña para el por que no me quiso esperar tanto tiempo.



El 3 de Julio por la mañana les dí besos a Maria y Arnal y me fuí a Burgos. Alli pasamos David, su hermana Mónica y yo una noche loca de mucha fiesta, cerveza, cojonudos y cojonudas. El día seguiente nos fuímos David y yo pensando llegar a Santiago en bici. Los camineros peregrinos vaqueros menos católicos y más Schwein (guarros) del camino de Santiago empezaron el camino de Santiago. El primer día llegamos al albergue muy tarde y cansados despues de menos que 50 km. "Dedicaos a otra cosa, machos!" nos dijo el alberguista.




Pero nosotros no tuvimos prisa. No ibamos de biciclistas de la tour de francia, sino de bicitouristas. Y como nos paramos cada vez cuando vimos a un peregrino, conocimos a mucha gente bonisima: Angel, Rubén, Salvador, Salva2, Pepe, Antonio (la verdad es que todos españoles se llaman igual;)... A mujeres también conocimos, claro! Lucía, Claudia, Anna, Irina... Pero no penseis nada malo de nosotros. Eramos buenos peregrinos. Como dijo Manel: "No beber, ni fumar, y en el camino, mujeres tampoco!" Y el sabrá vivir sano. Anda 40 y pico km al día teniendo 67 añitos. Total, al final nos hicimos superbiciclistas. Con un par de huevos (fritos!) conseguímos subir todas las montañas. Cruzamos el desierto de castilla y la jungla de Galicia sin morir ni una vez. Y al llegar a Santiago de Compostela nos dímos cuenta a donde nos lleva el camino de la vida?? Schaun wir ma (Vamos a ver)! De todas maneras volveremos al camino de Santiago...

Praga y el frio del este

La primera bicivuelta de este año fue de Erlangen a Praga. Despues de terminar el proyecto de fin de carrera y la carrera también por fin tengo vacaciones.



Salimos de la casa de Christoph en Erlangen. El primer día empezó a llover y a partir de entonces el frio y el calor iban a mano. Surgío que un momento llovió y hizo mucho frio y el próximo momento salió el sol para calentar la tierra en nada. El este de alemanía es bonito y aburrido. Resulta que en chequia hay menos pueblos y menos gente pero más divertismo y jaleo. Fuimos dos veces a arreglar la bici de Christoph. La segunda vez en chequia. Se rompieron lasmarchas en las montañas cerca de la frontera. 15 km hasta el siguiente pueblo. Allí nos miraron como si fueramos Michael J Foxc cuando dijimos que buscabamos una tienda de bicis. 40 km más tuvimos que pedalear o andar (si la cuesta era demasiado fuerte) hasta encontrar una tienda que ya estaba cerrada. Sin Embargo, el jefe todavía estaba allí allí y nos arregló la bici - muy bién y para un precio ridículamente bajo. Visitamos Pilzen, la ciudad de la cerveza y el castillo más hermoso de Europa (Karlstein). A Praga llegamos cuando hacían un Festival y justo despues de nuestra llegada salió el sol. Fiestaaaa...