Primer Invitado a la casa de conills fue el buen señor Dabiz (Dávit) Sanz. Fue genial aunque despues de solo 2 Glühwein (vino ardiendo) y una paella me tuve que acostar con un resfriado. El próximo día se sobrevivió el frio con dos pantalones y una sobredosis Gelocatil. Vimos Freiburg y Heidelberg, 4 mercadillos de navidad y muchos pirámides (al final un amigo muy noble nos regaló uno). La verdad es que piramides de navidad y Brezel son unas de las pocas cosas que le gustan de alemania a mi compañera del piso. Aquel fin de semana había mucho rollo de pareja pesada y mucho frio en el piso. Algunas personas relmente saben mucho de termodinámica. Aún no sé por que los pinguínos suelen patinar por nuestra cocina. Menos mal que alguién lo sepa. Hasta luego en la casa de pinguínos conills.
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